La hoz y martillo-crucifijo que el presidente boliviano ha regalado a Bergoglio es una supuesta reproducción de una talla del jesuita Luis Espinal

El gesto del presidente, sin embargo, no ha sido una provocación gratuita sino que tenía mucho de simbólico: según ha explicado Morales al pontífice, el regalo es la reproducción de una obra realizada, supuestamente, por Luis Lucho Espinal, jesuita español torturado y asesinado por los paramilitares bolivianos en 1980. El regalo ha pillado a más de uno desprevenido y en redes sociales, la gente se ha preguntado qué tipo de presente era ese.
Nacido en San Fructuoso de Bages, Barcelona, en 1932, Luis Espinal llegó a sacerdote a los 30 años. En 1968 llegó a Bolivia como misionero de la Orden Jesuita, a la que también pertenece el actual papa. Allí realizó labores humanitarias y se interesó por la política local, apoyando la democracia y las causas sociales. Debido a ello, fue secuestrado, torturado y acribillado a balazos el 21 de marzo de 1980.

De hecho, en su viaje a Bolivia, el Papa Francisco visitó el lugar donde hallaron el cadáver de Luis Espinal y pronunció unas palabras. El presidente también ha regalado a Bergoglio su autobiografía, el texto Libro del Mar, un traje de cura con bordados y un cuadro de la Virgen del Socavón, patrona de los mineros, hecho con quinoa.
El Papa, por su parte, le ofreció a Morales algo "más sencillo": una reproducción en mosaico de la obra Salus Populi Romani, ubicada en la Basílica de Santa María la Mayor; y la encíclica sobre ecología Laudato si, Alabado seas. De todos estos regalos, en Twitter tienen claro cuál es su favorito: